Divinos cordeles. El recogido de estética victoriana que propone Yves Saint Laurent también toma como punto de partida una trenza de cordel, trabajada de forma impoluta a modo de recogido.
En el punto medio.Valentino alta costura también explora las posibilidades de las trenzas campesinas, aunque marcando la raya al medio y trabajando dos diferentes que se entrelazan en la nuca. Es otra opción.
En estado puro. Valentino retoma las trenzas más tradicionales.
Recogidos naïf. Philip Lim también explora el recurso de la trenza en un recogido relajado de clara vocación romántica. El uso de tenacillas (con mesura) es fundamental.
Trenza + diadema joya. Es la infalible fórmula de Kirsten Dunst, que opta por el tradicional recurso de la trenza a modo de diadema, explorando en clave sofisticada con una finísima tira con detalles de cristal.
Con vocación Lolita. Diane Kruger demuestra las posibilidades de la tradicional trenza romántica. Alborotada, sin definir, deshecha y con un mechón de pelo que cubre con acierto la goma, se perfila como la opción del verano.
Detalle de la propuesta de Philip Lim. La clave está en hacer una trenza con dos mechones y atraversarla de lado a lado. Basta con rematar en un moño de bailarina bajo y relajado.
Destroyed. Otra versión enmarañada. La firma Diane Kruger. Para conseguir este resultado es necesario ondular el cabello previamente y alborotarlo después con los dedos.
Campestre chic. El tradicional peinado de las trenzas campesinas tiene un único requisito: gozar de una abundante melena que asegure la rotundidad de su forma. Es el caso de la joven Elle Fanning. En su defecto puede recurrise a un postizo.
El resto de la melena queda suelta, de forma casi simétrica, aunque con la raya ligeramente ladeada.
La declinación más sensual. Reciclada a modo de diadema, Rosie Huntington (y su estilista) trabaja una trenza cordel para enmarcar una mitad del rostro, poniendo el punto final a la altura de la nuca, donde el cabello se suelta y adquiere dosis extra de volumen.
Con rizos y a lo loco. Uma Thurhman también se decanta por la versión más romántica, aunque la sensualiza con un mechón ondulado que cubre sutilmente el rostro.
Detalle de la trenza de Uma, muy suelta y trabajada previamente con una coleta baja que asegura la vida del peinado.
Estética mimbre. La propueta de Alexander McQueen replica de forma exacta las rejillas de una cesta de rafia.
California Dream. La imagen de Jessica Stam puede servir de inspiración a cualquier fémina ya que la trenza -trabajada con una sección generosa de mechones delanteros y prendida después estratégicamente- reinventa de forma inmmediata una melena messy.
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