Vera Wang ha acabado por sentenciar del todo la tendencia de que, a falta de las pasarelas de Madrid y Barcelona, es ya una realidad: ni una sola concesión al blanco se ha dejado ver en sus vestidos de novia para el año que viene, que han tenido al rojo como único protagonista.
Las gamas de rojo, eso sí, abarcan un amplio abanico de posibilidades: escarlata, bermellón, borgoña, granate o ciruela invadieron la pasarela nupcial más famosa de la Gran Manzana, sin dejar lugar a dudas a cerca de cuál será la tendencia más sorprendente de cara a la próxima temporada. El propio Oscar de la Renta suscribía en su desfile el amor por las novias de rojo con dos discretos pero bellísimos vestidos de novia en brillante color carmesí, aunque ha sido la neoyorquina de ascendencia China la encargada de subrayar esta tendencia con letras mayúsuculas.
Es precisamente el origen de Wang el que podría haber dado el empujón definitivo a la creación de los originales vestidos, que llegarán a las tiendas en las próximas semanas: su expansión hacia el mercado asiático, donde el rojo es un color popular entre las novias, se ha convertido en el detonante de la colección 2013, que ha tomado el nombre de Mei Meng ('Sueño' en el idioma chino), y que tinta las ilusiones de las nuevas novias con una paleta más romántica, sexy y seductora si cabe.
En lo que respecta a las formas, cortes y siluetas: no faltan los habituales modelos sirena y princesa, dos grandes clásicos tras la aguja de Wang, con reminiscencias victorianas en algunos de los escotes balcón, y enormes faldas de ruffles de tul cortado al láser.
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