Ha sido la última boda del año de un año marcado por bodas reales. La de
hoy no ha sido exactamente aristocrática, aunque la nobleza política sí
ha estado muy presente. José María Aznar Botella y Mónica Abascal se
han casado este mediodia en la finca El Campillo de la localidad
madrileña de El Escorial, en una ceremonia en la que ha primado la intimidad
familiar, lejos del boato que ha caracterizado a otras celebraciones
de la familia del
expresidente del Gobierno. Aún así se ha dejado ver (o más bien entrever) pasado, presente y futuro del Partido Popular y, por tanto, de la política española. Por supuesto, allí ha estado el más esperado, el presidente electo del Gobierno, Mariano Rajoy, que ha llegado a la ceremonia a las 12.51, apenas diez minutos antes de que comenzara. Como habían confirmado, y pese a que los cristales tintados de los vehículos apenas han dejado verla, el presidente ha estado acompañado por su esposa, Elvira Fernández Balboa. Además, se ha visto a entrar en la finca a políticos como Eduardo Zaplana, Ana Palacio, Rodrigo Rato, Miguel Arias Cañete, Jaime Mayor Oreja, Luisa Fernanda Rudi, Josep Piqué y Ana Mato. Entre las caras conocidas también estaban Nicolás Vallejo-Nágera (no se sabe si acompañado de su esposa, la cantante Paulina Rubio), los empresarios Javier Hidalgo y Fernando Fernández Tapias, el jinete Fernando Gigi Sarasola y el diplomático Inocencio Arias.
expresidente del Gobierno. Aún así se ha dejado ver (o más bien entrever) pasado, presente y futuro del Partido Popular y, por tanto, de la política española. Por supuesto, allí ha estado el más esperado, el presidente electo del Gobierno, Mariano Rajoy, que ha llegado a la ceremonia a las 12.51, apenas diez minutos antes de que comenzara. Como habían confirmado, y pese a que los cristales tintados de los vehículos apenas han dejado verla, el presidente ha estado acompañado por su esposa, Elvira Fernández Balboa. Además, se ha visto a entrar en la finca a políticos como Eduardo Zaplana, Ana Palacio, Rodrigo Rato, Miguel Arias Cañete, Jaime Mayor Oreja, Luisa Fernanda Rudi, Josep Piqué y Ana Mato. Entre las caras conocidas también estaban Nicolás Vallejo-Nágera (no se sabe si acompañado de su esposa, la cantante Paulina Rubio), los empresarios Javier Hidalgo y Fernando Fernández Tapias, el jinete Fernando Gigi Sarasola y el diplomático Inocencio Arias.
Bastante antes han llegado al lugar de la celebración los familiares
del novio. José María Aznar, hijo, ha entrado en la finca conduciendo su
propio coche y con su hermano Alonso de copiloto. Junto a ellos, en
otro coche, su padre, José María Aznar, que iba sentado en el asiento
trasero de otro vehículo. La velocidad de los vehículos tratando de
esquivar a los periodistas ha evitado vislumbrar a Ana Botella, más
protagonista que nunca por ser hoy madre, madrina, teniente de alcalde
de Madrid y quien sabe si en pocos días alcaldesa de la capital.
La
familia del novio ha llegado sobre las 12.15, y, como en todas las
celebraciones, la novia se ha hecho un poco de rogar. Los Aznar la han
esperado dentro durante casi una hora, puesto que Abascal ha aparecido
por la finca a las 13.10. Nada de coches de gran cilindrada para ella.
Mónica, diseñadora
de bolsos, ha llegado en un antiguo Seat seiscientos blanco, con un
gran velo y una sonrisa que delataba su nerviosismo. Ella fue la más
amable de todos, ya que paró unos instantes para saludar a los medios
allí congregado, permitiendo que la fotografiaran.
A mediodía la
carretera que une los pueblos serranos de Guadarrama y El Escorial
estaba totalmente colapsada por la llegada. Varios efectivos de
seguridad privada como de Guardia Civil paraban el tráfico para dejar
paso a los lujosos coches que llevaban a los invitados, muchos de ellos
con chaqué y muchas de ellas con pamelas y tocados.Todas las miradas
buscaban a los posibles ministrables, los que pronto podrían formar
parte del gobierno de Rajoy. Las quinielas buscaban caras conocidas como
Alberto Ruiz-Gallardón o Soraya Sáenz de Santamaría. Los coches con
cristales ahumados han impedido distinguirlos.
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