Kate Middleton ha hecho su entrada triunfal en la abadía de Westminster desvelando el secreto mejor guardado hasta el momento: el vestido de novia. Middleton ha confiado en la diseñadora británicaSarah Burton, directora creativa de Alexander McQueen, para dar el «sí quiero» al Príncipe Guillermo de Inglaterra.
Según informa la Casa Real británica, Middleton ha escogido la firma britániza «por la belleza de su artesanía y su respeto por la mano de obra tradicional» y añade que la novia ha querido aunar «tradición y modernidad» bajo el talento de Burton.
Con un vestido de cuerpo entallado, escote corazón, manga larga de encaje Chantilly y Cluny, y falda con volumen con cola de 2.70 metros, elaborado en satén marfil y blanco, Middleton estaba absolutamente radiante. Además, la joven lleva un velo, que completa con una tiara que data de 1936, prestada especialmente por la Reina Isabel II para este día.
Todos los tejidos utilizados en la creación del vestido son de origen británico y han sido suministrados por empresas británicas. La elección de las telas exigió una extensa búsqueda por parte de Sarah Burton y su equipo.
Velo y Joyería
El velo está hecho de capas de tul suave, de seda color marfil con un recorte de flores bordadas a mano, que fue bordado por la Real Escuela de Costura. El velo se lleva a cabo en el lugar de la tiara 'halo' un Cartier, prestó a la señorita Middleton por la Reina. La tiara de "halo" fue hecha por Cartier en 1936 y fue un regalo del duque de York (más tarde el rey Jorge VI) para su duquesa (más tarde la reina Isabel, la Reina Madre), tres semanas antes de que sucediera a su hermano como Rey. La Reina Madre regaló la tiara a Isabel II por su 18 cumpleaños.
Los pendientes de la novia, por Robinson Pelham, son de roble estilizados engastado de diamantes con una caída de hojas de diamante en forma de pera, y un conjunto de bellota con diamantes pavé suspendido en el centro. La inspiración para el diseño viene del nuevo escudo de armas de la familia Middleton, que incluye las bellotas y hojas de roble. Los pendientes son un regalo personal de los padres de la novia por su día de la boda.
Los zapatos de la novia están hechos a mano por el equipo de Alexander McQueen y están elaborados en satén marfil con un encaje bordado por la Real Escuela de Costura.
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